El desfile del carnaval romano se celebra en la tarde del domingo a través de un largo recorrido, que suele dar comienzo en la barriada de la Antigua finalizando en la plaza de España.
Tras el concurso de comparsas y chirigotas es el segundo acto que más expectación levanta en cuanto a público asistente.
Tradicionalmente en el desfile además de participar los grupos de pasacalles, también han desfilado, además de las comparsas y chirigotas, grupos disfrazados, parejas o personajes individuales, los cuales participan en un concurso con una serie de premios acordes a cada modalidad.
Otra forma de participar es a través de camiones decorados a modo de carrozas. En este sentido siempre serán recordadas algunas magníficas carrozas que solía sacar el malogrado Jesús Rodas, un gran carnavalero que por un trágico accidente laboral se nos fue y que aportaba un enorme grano de arena a la fiesta.
En las últimas ediciones del desfile la calidad ha mejorado ostensiblemente en lo que respecta a los grupos de pasacalle, fundamentalmente por la particuipación y aportación de grupos de otras localidades, sin menospreciar por supuesto el magnífico trabajo que desarrollan los dos únicos grupos de desfile con los que cuenta el carnaval romano: Los Danzarines, que ya han cumplido 25 años, y los de la Antigua.
Quizás nos encontramos con un posible talón de Aquiles de nuestro carnaval, pues si en lugar de tener solo dos grupos de pasacalles hubiera una mayor cantidad de ellos, la animación popular por las calles se incrementaría notablemente. Este es un aspecto que desde la Asociación se debería trabajar para mejorar en futuras ediciones, e ir viendo como se pueden ir creando nuevos grupos a través de la involucración de diferentes colectivos como las asociaciones vecinales, al igual que se hace con la cabalgata de reyes.
De la misma manera que la cantidad y la calidad de los grupos de desfile se ha ido mejorando año a año, sin embargo esa mejoría se ha visto empañada con otros aspectos menos positivos que restaba vistosidad al pasacalles. Siendo autocríticos parte de esa culpa la tenían las comparsas y chirigotas, pues más que desfilar (cosa que no saben , pues lo suyo es cantar) era un botellódromo andante.
Para evitar esa imagen poco gratificante para el espectador se decidió en el último desfile que este tipo de agrupaciones únicamente pueden salir en carrozas, a través de camiones o remolques. No obstante para el próximo carnaval parece ser que tampoco se podrá salir bajo esta modalidad, posiblemente por cuestiones presupuestarias pero también por que el decorado de estas carrozas en muchos casos no alcanzaba un mínimo exigible.
Creo que es una decisión acertada pues además de restar calidad al desfile, lo único que aporta además de cortes es que este se haga excesivamente largo y pesado para el público asistente, desluciendo así el trabajo de los verdaderos protagonistas de este acto, que no son otros que los grupos de pasacalle.
No obstante no debe olvidarse y potenciar aún más la participación de grupos disfrazados o bien de parejas o disfraces individuales, muchos de ellos con sentido crítico, que últimamente está decayendo y siempre ha sido algo tradicional.