Un momento histórico: Martir-Carnaval
Yo no soy muy experto en este tema, pero parece ser que desde mediados del Siglo XIX se viene celebrando en Mérida lo que se le denomina la subasta del ramo, que consiste en la subasta pública de regalos que devotos y firmas comerciales ofrecen a Santa Eulalia con el fin de sostener las necesidades económicas que la Asociación al culto de la Mártir tiene y así poder financiarse.
Como señalaba este es un acto de extraordinaria tradición en la ciudad y sin embargo creo que es la primera vez, que en el mismo ha existido cierta vinculación con el mundo del carnaval, pues sus organizadores con el propósito de dar nuevos aires al evento (que parece iba en decaimiento) ha querido introducir ciertos cambios en sus contenidos, entre los cuales ha sido el ofrecimiento a los grupos de carnaval que quisiesen para cantar algún tema relacionado con la patrona de la ciudad.
De este modo, La Marara, ha querido recoger dicha invitación y para ello hemos participado y disfrutado (y lo puedo decir en este caso en primera persona) desempolvando nuestro viejo cancionero, para lo cual hemos interpretado un pasodoble que hace 15 años sacamos a la Martir, y al que le añadimos como detalle de la casa, también el pasodoble que hace un par de años dedicamos a las monjas encerradas.
Teníamos ciertas dudas acerca de como iba encajar una actuación carnavalesca en un acto de tanta tradición y devoción religiosa, y sin embargo, vinimos a demostrar que dos mundos tan aparentemente separados como son la religión y el carnaval, se tocan más de lo que algunos piensan (no en vano ¿cuantos carnavaleros no son luego costaleros, portadores o cofrades en Semana Santa?). Para prueba está que los presentadores eran dos carnavaleros, uno en activo como es Paco Vadillo, y otro que ya colgó la turuta, como es Pepe None.
Fue para nosotros un verdadero honor demostrar que los carnavales no están reñidos con nada ni con nadie, que es un mundo muy diverso donde cabe todo el mundo, y que las cosas hechas con gusto y con dignidad te llevan a cualquier sitio.
Ni que decir que también pudimos dar a conocer que los carnavales no son solo botellones, sátiras y críticas burlescas, sino que además está lleno de sensibilidad y de historia, la historia de un pueblo.
Me quedo con los aplausos sinceros del público asistente, me quedo con las caras emocionadas de algunos y me quedo, como no, con que nos dijeran que nosotros hacemos también Mérida, Pues si esas palabras te las dice Jose Mª Alvarez, Director de nuestro Museo y cronista oficial de la ciudad, entre otras cosas, como diría su majestad, " todo ello nos llena de orgullo y satisfacción".
Como señalaba este es un acto de extraordinaria tradición en la ciudad y sin embargo creo que es la primera vez, que en el mismo ha existido cierta vinculación con el mundo del carnaval, pues sus organizadores con el propósito de dar nuevos aires al evento (que parece iba en decaimiento) ha querido introducir ciertos cambios en sus contenidos, entre los cuales ha sido el ofrecimiento a los grupos de carnaval que quisiesen para cantar algún tema relacionado con la patrona de la ciudad.
De este modo, La Marara, ha querido recoger dicha invitación y para ello hemos participado y disfrutado (y lo puedo decir en este caso en primera persona) desempolvando nuestro viejo cancionero, para lo cual hemos interpretado un pasodoble que hace 15 años sacamos a la Martir, y al que le añadimos como detalle de la casa, también el pasodoble que hace un par de años dedicamos a las monjas encerradas.
Teníamos ciertas dudas acerca de como iba encajar una actuación carnavalesca en un acto de tanta tradición y devoción religiosa, y sin embargo, vinimos a demostrar que dos mundos tan aparentemente separados como son la religión y el carnaval, se tocan más de lo que algunos piensan (no en vano ¿cuantos carnavaleros no son luego costaleros, portadores o cofrades en Semana Santa?). Para prueba está que los presentadores eran dos carnavaleros, uno en activo como es Paco Vadillo, y otro que ya colgó la turuta, como es Pepe None.
Fue para nosotros un verdadero honor demostrar que los carnavales no están reñidos con nada ni con nadie, que es un mundo muy diverso donde cabe todo el mundo, y que las cosas hechas con gusto y con dignidad te llevan a cualquier sitio.
Ni que decir que también pudimos dar a conocer que los carnavales no son solo botellones, sátiras y críticas burlescas, sino que además está lleno de sensibilidad y de historia, la historia de un pueblo.
Me quedo con los aplausos sinceros del público asistente, me quedo con las caras emocionadas de algunos y me quedo, como no, con que nos dijeran que nosotros hacemos también Mérida, Pues si esas palabras te las dice Jose Mª Alvarez, Director de nuestro Museo y cronista oficial de la ciudad, entre otras cosas, como diría su majestad, " todo ello nos llena de orgullo y satisfacción".