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Carnaval, ¿libertad u obligación?





Comienza un año más el curso carnavalesco, donde los grupos comienza a reunirse, comentar los disfraces, música, coreografías de pasacalles... todos emprenden el caminos hacia febrero, mes del carnaval, fiesta de la.... libertad? Estamos seguros que nuestro carnaval es una fiesta de libertad? 









A priori si lo es ya que cada uno puede hacer lo que le parezca (siempre dentro de la ley claro está), vestirse como quiera... 









Pero creo que existen una serie de leyes no escritas que utilizamos los carnavaleros y carnavaleras  de nuestra ciudad (sobre todo en chirigotas y comparsas) que, aunque no te va a llegar una multa a casa, si hacen sentir incómodo al personal.









La primera ley que se me ocurre es la que me persigue personalmente desde hace varios años, desde que decidí junto a otros compañeros crear una agrupación callejera, dejando el concurso de comparsas y chirigotas fuera de nuestro objetivo. 









Pues a pesar de ser veterano en este tipo de guerras, cansa un poco el tener que soportar año tras año como te acusan de “destruir el carnaval”, pero esa es solo una de las múltiples “obligaciones” que parece tener un carnavalero / carnavalera emeritense:



  • El caso contrario al anterior tampoco lo veo eficiente: no se puede obligar a una agrupación cuyo objetivo es el concurso a tener que hacer actuaciones en la calle si no quiere, se nota esa obligatoriedad en la actitud de algunos grupos. Dejemos que cada uno aporte lo que quiere (y no lo que debe) al carnaval.

  • En el concurso de chirigotas y comparsas, se quiere “obligar” a cantar al tipo, ya que se ha puesto de moda, que se suma a la ya conseguida “obligación” de tener que definirse a “chirigota” o “comparsa” (no valen murgas, o agrupaciones de corte localista). Tampoco está bien visto utilizar la “parodia” como arma para el concurso.

  • Con respecto al pasacalles no me consta ninguna “obligación” forzosa no escrita, tal vez porque lo sigo desde fuera, pero no estaría mal que alguien de dentro comentase si sabe de alguna.

  • Para el ciudadano de a pie, vemos mal que la mayoría no se disfrace... claro que sería lo mejor, pero como siempre nos empeñamos en construir algo a base de imposiciones, tal vez nuestro carnaval sea así. Un sábado por la tarde no se ve mucha gente disfrazada en Santa Eulalia, pero si mucha gente viendo agrupaciones, para mi eso es participación.




No se... tal vez se me haya ocurrido hablar sobre esto porque llega un momento en que te cansas de oír siempre lo mismo... “los demás no hacen bien las cosas y deberías hacerlas como yo pienso”. 









Ya nos libramos de aquella obligación que era la de tener que cantar a la hora y en el lugar que se nos imponía (aunque fuese por una buena causa, no lo dudo, pero castigaba al carnavalero / carnavalera), librémonos ahora del resto de obligaciones, centrémonos en hacer bien lo que cada uno quiere hacer, y disfrutar si se quiere de lo que los demás ofrecen.









Saludos carnavalescos.









Sergio